Por Santiago Sánchez-Migallón Eres profesor. Tienes una alumna bastante mala. Se llama Carla y la pobre estudia pero redacta mal, no argumenta con claridad, no comprende bien ni lo que lee ni lo que escribe. Y no solo en tu asignatura. Es mala en matemáticas, en plástica, en lengua… en todo. Cuando corriges sus exámenes te pones a pensar, apesadumbrado, en el triste futuro que le espera a alguien tan poco dotado intelectualmente. Sin embargo, cuando te fijas en su conducta y en el modo que se relaciona con los demás, notas algo extraño. No es especialmente guapa pero tiene a todos los chicos detrás de ella. Cuando habla en clase, todo el mundo parece prestarle mucha atención y respetar lo que dice. Tiene un corro de amigas que la idolatran, la obedecen y la siguen a todas partes. ¡Ummmm! ¡Extraño! Después miras al empollón sentado en el primer pupitre. Se llama Lucas y es una máquina en tu asignatura y en todas las demás. Cuando corriges sus exámenes piensas que será un presti
"...NADA SE CREA NADA SE DESTRUYE, TODO SE TRANSFORMA..." Por Wilmerbarriosjr